miércoles, 23 de abril de 2008

JUGUETES PERVERSOS

AYUDA DE MEMORIA

RAFAEL RODRÍGUEZ-JARABA*

Producir juguetes utilizando pinturas con plomo, ni es nuevo, ni es novedoso, pero si repudiable. Lamentablemente, esta es una vieja práctica, develada, denunciada y perseguida por el Derecho del Comercio Internacional.

Son muchos los productos que se venden a precios irrisorios, elaborados con insumos y materias primas baratas pero altamente contaminantes; con ello se busca disminuir costos para ofertar precios competitivos que permitan conquistar mercados, u, obtener mayores márgenes de ganancia, sin considerar el grave daño que se infringe.

Para hacer más execrable este delito, la mayoría de las veces, se comete en la fabricación de productos populares que adquiere la población más pobre, agudizando la inequidad, denunciando la falta de capacidad técnica de los estados para proteger el consumo, y sobretodo, urgiendo a la administración de las empresas a privilegiar la ética, la autorregulación y los principios jurídicos que promueve el Gobierno Corporativo.

El Dumping, inveterado y soterrado delito depredador, cada día está más sitiado por el derecho moderno por constituir una estrategia perversa que distorsiona la competitividad mundial. Infortunadamente, son muchas las naciones emergentes que la emplean para lograr su inserción al mercado global.

En el pasado, solamente constituía Dumping, la exportación de productos a precios inferiores al valor normal, bien fuera, a un precio menor que al que se venden en el mercado interno, en terceros países, o, al costo de producción.

Pero en el mercado de hoy, el Dumping adquiere nuevos ropajes y su práctica mimetizada en sofisticados procesos productivos permite la fabricación de bienes a precios artificialmente bajos, obtenidos con métodos productivos perjudiciales para el medio ambiente, la salud y la vida humana y animal.

El Dumping, empieza favoreciendo, pero termina lacerando a los consumidores. Esta defección del mercado, constituye competencia desleal para las empresas honestas que de manera ética, responsable y segura, producen sin lograr competir con los depredadores.

Más despreciable aun, resulta el Dumping Social, empleado para fabricar y exportar bienes a precios artificialmente bajos obtenidos con el trabajo no remunerado de presos, de trabajadores indocumentados que perciben salarios inferiores al mínimo legal, de personas aun esclavizadas y del trabajo obligatorio y no remunerado de mujeres y niños.

Algunos países emergentes que engañosamente deslumbran por sus siderales tasas de crecimiento, encabezan la lista de acusados de Dumping ante El Órgano de Solución de Diferencias de la OMC.

La discriminación social, racial y religiosa; la violación de los derechos humanos; la precaria conservación de la biodiversidad; el irrespeto de la dignidad humana y el desprecio por la propiedad intelectual, jamás habían tenido un mejor denunciante que la Globalización. Merece encomio el trabajo incesante de la OMC para desalentar el dumping como estrategia empleada para abaratar costos, y obtener posturas competitivas, en desmedro de la economía mundial, los derechos humanos y el medio ambiente.

*Abogado. Asesor Jurídico. Consultor Corporativo. Especialista en Derecho del Comercio Internacional y Derecho Financiero. Analista Económico. Catedrático Universitario.

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